LA REVOLUCIÓN RUSA

RUSIA AL COMENZAR EL SIGLO XX
Al comenzar el siglo XX Rusia se componía de una sociedad jerarquizada, dominada por la nobleza dueña de tierras, con un gobierno absolutista, encarnado en la figura del Zar (emperador) Nicolás II. No  había libertades individuales, se perseguía a los opositores y se ejercía la censura de la prensa. El pueblo, en su mayoría campesinos, deseaba terminar con este gobierno que los había reducido a una condición de servidumbre, ya que si bien habían obtenido parcelas de tierra estas eran sumamente reducidas e insuficientes.
La economía era fundamentalmente agrícola, aunque la industria había cobrado desarrollo, sobre todo en Moscú y San Petesburgo, por las inversiones en hierro, carbón, acero y ferrocarriles que realizaron fundamentalmente, Francia y Gran Bretaña.
Durante el gobierno del zar Nicolás II, se produjo, en 1905, un estallido revolucionario, encabezado por los obreros, que en número considerable, reclamaron por un cambio político y por sus derechos laborales, paralizando los medios de transporte, aumentando aún más la crisis con la escasez de productos y el alza de precios.
Si bien el movimiento fue sofocado, obligó al gobierno a compartir su poder con un Poder Legislativo o Parlamento, representado por la Duma, integrado por todas las clases sociales, que transformó la Monarquía autocrática en una Monarquía Parlamentaria, aunque en la práctica, el zar siguió gobernando con poder ilimitado, lo que originó nuevas revueltas.
La mayoría de la población estaba representada por obreros y campesinos que vivían en condiciones deplorables. Su situación se había empeorado por la Primera Guerra Mundial que obligó a más de 15.000.000 de hombres a integrar el ejército dejando a la producción agrícola e industrial sin mano de obra.
En 1915, el gobierno ruso quedó en manos de la esposa del Zar Nicolás, Alejandra, persona incapaz de manejar los asuntos de gobiernos, mientras el zar se puso al frente de las tropas.
La situación se agravó por el fracaso de Rusia en la Primera Guerra Mundial, lo que motivó la creación de soviets (comités formados por campesinos, soldados y obreros) que se levantaron contra el estado y originaron huelgas de trabajadores

            LA REVOLUCIÓN DE FEBRERO DE 1917
       La desorganización social y administrativa, las acusaciones mutuas entre militares y políticos echándose las culpas de la situación, la corrupción de la corte de Nicolás II: todo contribuía a dar la sensación de caos.
       La burguesía liberal, que se expresaba a través de sus diputados en la Duma, observó que todos los intentos por democratizar al régimen chocaban contra la oposición del Zar y los nobles. Entonces pensaron que la única salida era derrocar al Zar por la fuerza.  Se puso en marcha una conspiración para sustituir a Nicolás II por un gobierno liberal parlamentario; en ella estaban comprometidos varios jefes militares importantes.
La imposición del racionamiento de alimentos en la capital motivó una serie de incidentes  y manifestaciones, y una huelga general en la ciudad de San Petersburgo, capital del Imperio Ruso. Los soldados se amotinaron contra sus oficiales.
Soldados y obreros se hicieron dueños de la ciudad, se apoderaron de las armas y ocuparon el palacio de invierno: era la revolución. El Zar Nicolás, obligado por las circunstancias, renunció.
El movimiento revolucionario, triunfante pero desorganizado, sorprendido de su propia victoria, no tenía una dirección precisa. Los partidos políticos habían sido tomados de improviso. Los obreros y soldados, primero en Petrogrado y después en Moscú y el resto de las ciudades importantes, constituyeron los soviets tratando de ser ellos el nuevo gobierno.
Pero los diputados liberales de la Duma quisieron encauzar el movimiento por la vía parlamentaria. No lo consiguieron del todo. Tras muchas vacilaciones constituyeron un gobierno provisional, dirigido por Lwow, formado por monárquicos liberales y constitucionalistas, y por los socialistas moderados dirigidos por Kerenski.
Así, como resultado de la revolución de febrero, se instituyeron dos poderes paralelos, o un doble poder; por un lado, el gobierno provisional, representante de las fuerzas políticas liberal-burguesas, trataba de establecer una democracia parlamentaria, manteniendo el orden social capitalista. Por otro lado, los soviets de diputados obreros y soldados, cuya cabeza dirigente era el Soviet de Petrogrado. Pero dentro de los soviets había diferencias: por un lado los mencheviques y otros grupos socialistas moderados, que eran partidarios de limitar su labor y asegurar y garantizar el establecimiento de una República parlamentaria democrática y por otro lado los bolcheviques, anarquistas y socialistas radicales, todos ellos contrarios a apoyar al gobierno provisional y partidarios de una revolución social.
El gobierno provisional se vio desbordado por los acontecimientos: en Polonia, Finlandia, Ucrania, e incluso en el Cáucaso, se reclamaba la independencia. Se habían formado soviets en muchas regiones de Rusia que pedían cambios radicales; la agitación en las ciudades industriales iba en aumento y el ejército se descomponía por las deserciones en masa.
El gobierno provisional  se encontraba jaqueado tanto por los bolcheviques, dispuestos a tomar el poder, como por los contrarrevolucionarios que querían volver a la monarquía zarista.
En julio, un intento revolucionario bolchevique en Petrogrado fracasó, ya  que el Soviet tenía mayoría menchevique. Lwow renunció y Kerenski pasó a ser  primer ministro. Lenin, el lider bolchevique que en abril había regresado a Rusia de su exilio en Suiza, tuvo que huir a Finlandia. Pero no perdió contacto con los otros dirigentes bolcheviques que se mantenían dentro de Rusia organizando una nueva revuelta.
En agosto de 1917 un intento de golpe de estado militar pro-zarista fracasó por la resistencia de los soviets.
Mientras el prestigio del gobierno de Kerenski disminuía (incapaz de lograr la paz y establecer una reforma agraria) los bolcheviques conseguían la mayoría en el Soviet de Petrogrado, Moscú y otras grandes ciudades. Simultáneamente el movimiento de deserciones alcanzó a las tropas del frente.
Lenin
Kerenski y los mencheviques que lo apotaban estaban entre dos fuegos. Los generales y la oposición conservadora les acusaba de débiles; los bolcheviques les denunciaban como instrumentos al servicio de la reacción zarista.
A principios de octubre la sociedad  rusa estaba dividida radicalmente en dos bandos, cada uno de los cuales tenía que destruir al otro para imponerse.
           
            LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE
       En la madrugada del 25 de octubre los bolcheviques, dirigidos por Trotski, tomaron los puntos estratégicos de la ciudad de Petrogrado y detuvieron a los miembros del gobierno provisional, excepto Kerenski que pudo escapar. En la Duma se hizo sentir la presión de los "guardias rojos" bolcheviques por lo que muchos de los partidos abandonaron la Asamblea.
El 26 de octubre fueron aprobados por unanimidad en la Asamblea dominada por los bolcheviques tres decretos :
a) En el primero se ofrecía a los pueblos y gobiernos en guerra la paz inmediata sin anexiones ni reparaciones y decretaba el cese de las hostilidades.
b) Por un segundo decreto se expropiaban sin indemnización  unos 150 millones de hectáreas de tierras que se entregarían a los campesinos.
c) Por el tercer decreto se creaba el Consejo de Comisarios del Pueblo (un Consejo de Ministros) que asumía todo el poder ejecutivo hasta la convocatoria de la Asamblea Constituyente. Se designó a Lenin como presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo.
¿Por qué fue tan fácil el triunfo de la revolución de octubre?
1) El gobierno provisional se desprestigió al adoptar la impopular decisión de seguir la guerra contra Alemania y Austria-Hungría. El intento de lanzar una ofensiva en junio terminó en fracaso por lo que la moral y la disciplina del ejército se desmoronaron por completo y los desertores apoyaron a los soviets que reclamaban el fin de la guerra. Además de los soldados también los campesinos estaban descontentos con el gobierno provisorio porque había demorado cumplir la promesa del reparto de tierras.
2) La estrategia desarrollada por Lenin fue exitosa. En medio del caos general Lenin y los bolcheviques expusieron una propuesta realista y atractiva. Pedían el "poder absoluto para los soviets", prometiendo sacar a Rusia de la guerra y repartir tierras a los campesinos. Aunque seguían siendo una minoría en el conjunto de Rusia, los bolcheviques tenían el control de los soviets de Petrogrado y Moscú, las dos ciudades más importantes y donde se decidía la vida política rusa. Los bolcheviques tenían claro lo que querían y estaban disciplinados y organizados, en tanto que los demás grupos políticos que tenían más adherentes, estaban desorganizados.